Escrito por: Psic. Daniel Galindez
Poco hombre
La gran pregunta que nunca ha
sido contestada y a la cual todavía no he podido responder, a pesar de mis
treinta años de investigación del alma femenina, es: ¿qué quiere una mujer?
Sigmund
Freud (1856-1939) Médico austriaco.
Que no nos importe esta
pregunta
Parecer que dar respuesta a esta pregunta ha sido asignado
a los hombres, en todo el contrato que realiza Dios, incluye la pregunta ¿qué
quiere una mujer? pero, esta pregunta también ha convencido al hombre de
negarse a sí mismo, para generar una respuesta que nunca ha sido contestada.
Anularse ha sido la especialidad del hombre en la tierra.
Para algunas mujeres esto sería distorsionado a la realidad, pero profundizamos
y vemos que el hombre, trabaja para el hogar, trabaja para conquistar, asciende
con el propósito de generar mayor protección a una familia. Todo tiene relación
a la anulación de su vida; con el fin de empeñarla en garantía por protección y
seguridad a quienes hoy habitan en su nido.
La respuesta está en ti.
Pero realmente es ilógico convertirte en la cabeza de un
hogar para anularte en todo lo que hagas, ¿qué quiero decir con esto? no puedes
lograr ser un padre sino eres ejemplo, no puedes lograr ser esposo sino no te
amas a ti, la idea principal es que comiences a darte el lugar dentro de un
hogar, no como el macho alfa de toda una familia prehistórica, al contrario, la
idea es generar en ti el respeto que sientes. Toda violencia que hemos visto
por los hombres ha sido por causa que, vive para otros pero, no para sentirlo.
Escribir para un hombre también es tarea difícil, porque
hemos sido educado que el hombre es el macho alejado de sentimientos y
expresiones de admiración, nos convertimos en la línea que separa las
emociones de la realidad, buscamos querer expresarnos pero sin ser tan
obvios emocionales. Reprimimos tanto lo que deseamos expresar, que se
ha convertido en un mal que detiene el corazón en segundo.
Llorar es muestra de ser hombre
"El hombre no llora" encontramos anulación en toda formación, nos
enseñaron a soportar las emociones pero no a expresarla, considero que debemos
hacer el mayor esfuerzo por cambiar esto en la futura generaciones, educar
emocionalmente un hombre debe ser tarea vital, la cultura machista inicia
cuando el padre no es capaz de expresar afecto por su hijo, transmitimos esta
cultura a las otras generación.
He escuchado muchas veces un hombre decir a otro
"eres gay" creyendo entonces que expresar sentimiento es anularlo,
hemos conceptualizado tanto esto que cada vez tenemos hombres menos afectivos.
No estoy hablando del abuso y la excesiva confianza, pero no he
visto el primer hombre extraviar la hombría por expresar lo que siente a su
compañero.
Ganando una sociedad distinta
Ganaríamos una sociedad distinta. Una cultura donde la
igualdad generaría respeto, porque el hombre se ha brindado el lugar que
corresponde, muchas veces he aplaudido cuando veo un padre decir algo
gratificante a su hijo, o un hermano a su hermano, pero he aplaudido aún más un
hombre expresar a otro hombre afecto de admiración y respeto, si has tenido la
experiencia de vivirlo, este hombre ha pasado de ser el macho, al hombre que
gana respeto por su gesto.
El hombre ha querido expresarse, como cambiar distintos
conceptos que tiene de sociedad. Si tan solo alzamos la voz, el respeto no se
tendría que ganar por la fuerza, no sería un arma lo que nos haría más hombre,
realmente concuerdo que todo esto actos de violencia nos ha hecho tan animal en
naturaleza como tan menospreciado por otros. Hemos creado un caos por un
simple: "el hombre no llora", cuando realmente es este quien más
llora.
Esto es Psicología Ágape una forma de educarnos con amor, por el Psic Daniel Galindez Gracias por compartir...
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